martes, 8 de noviembre de 2011

El Emperador de Japón

El Emperador de Japón (天皇 tennō, literalmente "soberano celestial") es el símbolo constitucionalmente reconocido de la nación japonesa y de la unidad de su pueblo. Es la cabeza de la familia imperial del Japón. Bajo la Constitución moderna de Japón, el emperador se ha convertido en una figura ceremonial y titular del cargo de jefe de estado en una monarquía constitucional.


El Estandarte Imperial de Japón: una flor de crisantemo de dieciséis pétalos de oro sobre un fondo rojo.


El papel del Emperador de Japón oscilaba, hasta mediados del siglo XX, entre un clérigo de alto rango con grandes poderes simbólicos y un auténtico gobernante imperial. Ha existido un culto imperial (Arahitogami) que considera al tennō como sumo sacerdote mediador entre los hombres y la divinidad, debido a sus cercanos lazos con los dioses japoneses (lazos de herencia). La violencia y las operaciones militares han sido considerados incompatibles con el papel del tennō al menos durante 14 siglos: por ello los monarcas japoneses no han actuado como comandantes militares, al contrario de lo habitual en Occidente. La principal función del emperador durante la mayor parte de los últimos mil años habitualmente ha sido la de simplemente autorizar u otorgar legitimidad a aquellos situados en el poder.


Ciertos datos y fechas referentes a la institución imperial son objeto de discusión entre los historiadores japoneses. Muchos emperadores citados en la lista de Emperadores de Japón murieron a una edad muy temprana y difícilmente se puede considerar que hubieran "gobernado" de verdad. Otros fueron eclipsados por sus predecesores, los cuales se habían retirado aparentemente a un monasterio pero continuaron ejerciendo su influencia, en un proceso llamado "reinado enclaustrado". De todos modos, es importante mantener la lista oficial entera, porque incluso hoy día la forma habitual de datación en la historia japonesa es por los reinados de los emperadores.



El 66º emperador de Japón, Ichijō-tennō (980-1011)


Historia

Aunque haya sido un símbolo de continuidad con el pasado, el grado de poder ejercido por el emperador de Japón ha variado considerablemente a lo largo de la historia de aquel país.


Se considera que los más antiguos emperadores registrados en Kojiki y Nihonshoki, como el Emperador Jimmu, no tienen credibilidad histórica. El primer emperador que es generalmente reconocido por los historiadores como existente históricamente fue el Emperador Ojin, pero el tiempo de su reinado es impreciso (presumiblemente fue el siglo IV d. C. tardío y/o en el comienzo del siglo V d. C.). Estos dos libros declaran que la casa imperial mantuvo un linaje continuo, aunque hoy algunos historiadores creen que muchos emperadores antiguos que se decía eran descendientes del Emperador Ōjin no tenían una conexión genalógica con su predecesor. Sin embargo, la genealogía que inicia en el siglo V tardío puede ser considerada como fiable, lo que quiere decir que la dinastía ha continuado por lo menos unos 1500 años.


Hasta el siglo VI d. C., la dinastía imperial de hoy era solo un reinado local (rey de Yamato) en el Japón Central. En los siglos V y VI, gradualmente incrementó su dominio sobre sus vecinos, lo que resultó en un estado relativamente centralizado (el Príncipe Shōtoku, hijo del Emperador Yōmei y regente en el 593, se encargó de instaurar un gobierno centralizado). Ese resultado contenía prácticamente todas las áreas geográficas de la cultura japonesa, por ejemplo las partes centrales de lo que hoy es Japón. Esto significa que las áreas remotas que se encontraban pobladas sobre todo por tribus indígenas, como Emishi, Hayato, y Kumaso, estaban fuera de sus límites. El siglo V fue también el último período de entradas destacables, como la inmigración en masa, ayudando la formación del pueblo japonés. A mediados del siglo VI, las ancestrales familias reales habían también convergido genealógicamente para dar origen a Kimmei y sus hijos, de los cuales desciende la línea imperial continua.

El Príncipe Heredero Shōtoku (聖徳太子 Shōtoku Taishi, 574 - 622) fue regente en el 593 y la primera persona conocida en escribir la palabra Nihon para referirse a su país Japón, en una carta enviada al Emperador Yang de Sui.


Ciertas fechas y detalles pueden estar en disputa entre historiadores japoneses. Muchos emperadores citados en la lista formal murieron a una muy tierna edad y es difícil decir que hayan "gobernado" en un sentido serio de la palabra. Otros fueron opacados por sus predecesores, quienes se habían retirado ostensiblemente a un monasterio pero continuaban ejerciendo influencia en un proceso llamado "reinado enclaustrado."


Ha habido seis familias no-imperiales que controlaron a los emperadores japoneses como marionetas: los Soga (530-645), los Fujiwara (850-1070), los Taira (por un período relativamente corto), los Minamoto (y Kamakura bakufu) (1192-1331), los Ashikaga (1336-1565) y los Tokugawa (1603-1867). Sin embargo, cada shōgun de las familias Minamoto, Ashikaga y Tokugawa debía ser oficialmente reconocido por los emperadores, quienes eran todavía los comandantes "oficiales" del ejército, aun cuando no pudieran imponer su propia voluntad.

Los emperadores enclaustrados han entrado en conflicto con sus correspondientes emperadores oficiales de vez en cuando. Un ejemplo notable es la Rebelión Hogen de 1156, en la que el ex-emperador Sutoku trató de arrebatar el poder al emperador Go-Shirakawa (en ejercicio). Otros ejemplos, como la rebelión del emperador Go-Toba en 1221 contra el Shogunato Kamakura, o la Restauración Kenmu en 1336 bajo el emperador Go-Daigo, muestran claramente la lucha de poder que ha tenido lugar entre la Casa Imperial y los gobiernos militares en Japón.

Asuntos territoriales


No es sino hasta los siglos recientes que Japón incorpora diversas zonas remotas de su territorio actual. El nombre Nippon no se empieza a utilizar sino varios siglos después del inicio del actual línea imperial. Realmente, el gobierno centralizado comenzó a aparecer poco antes de la época del Príncipe Shotoku. El Emperador era más bien una venerada encarnación de la armonía divina más que la cabeza de una administración estatal.


El Kinkaku-ji o «Templo del Pabellón dorado», un símbolo en la ciudad de Kyoto, fue construido por el shōgun Ashikaga Yoshimitsu en1397.


En Japón siempre ha sido fácil para los señores ambiciosos mantener su poder, dado que dicha posición no era en absoluto contradictoria con la del emperador. El Parlamentarismo de hoy recoge esa coexistencia que tenía el emperador con diferentes shogunes, señores de la guerra, regentes, guardianes, etc. Técnicamente es un error traducir como "emperador" el término japonés "tennō", que no logra definir de manera exacta su labor, si lo comparamos con el término imperial en el sentido occidental.

Históricamente los títulos del tennō en japonés nunca incluyeron designaciones territoriales como sí sucedía con los monarcas europeos. La posición del emperador es un fenómeno territorialmente independiente - el emperador es el emperador, incluso aunque tenga seguidores en una sola provincia (como a veces sucedió con las cortes del norte y del sur).


Desde fines de 1100 a 1867, el poder real estuvo en manos del shōgun, cuya autoridad provenía, en teoría, directamente del emperador. Cuando los exploradores portugueses llegaron por primera vez a Japón, consideraron la relación entre el emperador y los shogunes como la del Papa (de raigambre divina, pero con poco poder político) y el rey (terrenal, pero con un amplio poder político), aunque esto es en cierto punto inexacto ya que, como el Emperador, los Papas han manejado distintos grados de poder a lo largo de la historia.


Rol actual

El rol del emperador es definido en el Capítulo I de la Constitución de Japón de 1947:
· El Artículo 1º define al emperador como el símbolo del estado y de la unidad del pueblo.
· El Artículo 3º requiere la aprobación del gabinete para todos los actos del emperador en materia de estado.
· El Artículo 4º establece específicamente que el emperador no debe tener poderes relacionados con el gobierno.
· El Artículo 6º da al emperador el poder para nombrar al primer ministro y al juez jefe de la suprema corte, luego de la ratificación de la Dieta y del gabinete respectivamente
· El Artículo 7º da al emperador el poder para tomar para sí varias funciones ministeriales típicas de un jefe de estado, sujeto al aviso y aprobación del gabinete.

La Emperatriz Nagako, la Primera Dama norteamericana Betty Ford, el Emperador Hirohito y el Presidente Gerald Ford, en la Casa Blanca, durante el banquete de Estado en honor del monarca japonés el 2 de octubre de 1975.


A diferencia de otros monarcas constitucionales, el emperador del Japón no tiene poderes reservados. Aunque el emperador actualmente lleva a cabo muchos de los roles de un soberano ceremonial como jefe de estado, ha habido una persistente controversia sobre si el emperador es de hecho un verdadero monarca en un sentido político o meramente un pretendiente, ostentando dicho cargo en una república constitucional parlamentaria. En una monarquía tradicional, el poder político deviene de la soberanía monárquica, cuya prerrogativa real es luego ejercida al capricho de los legisladores electos, de la forma establecida en la convención constitucional. Sin embargo, si no hay prerrogativa real, entonces la soberanía debe descansar en el pueblo, tal como lo establece el Artículo 1º de la Constitución de Japón. Por lo tanto, el emperador es simplemente un actor político dentro de un gobierno que realmente no adhiere al sistema de Westminster donde la posición de “jefe de estado” requiere de una persona con soberanía o con mandato popular para asumir tal oficio. Esfuerzos en los años 50 de los poderes conservadores para enmendar la constitución en orden a nombrar explícitamente al emperador como jefe de estado fueron rechazados. A pesar de todo, el emperador lleva a cabo todas las funciones diplomáticas asociadas normalmente al jefe de estado y así es reconocido por los poderes extranjeros.


Tratamiento y nombre


El tratamiento de los emperadores de Japón es a menudo problemático, debido a las diferencias lingüísticas y culturales entre Japón y el mundo Occidental. Mientras los japoneses llaman “{nombre} tennō” (para los anteriores) o “Kinjou Heika” (今上陛下) para el actual, los académicos hispano y angloparlantes han usado distintas variantes, como “Emperador {nombre}” y, menos comúnmente, “{nombre} tennō”. Lo que a menudo no es comprendido, sin embargo, es que los emperadores son llamados póstumamente “{nombre} tennō”, y así la palabra “tennō”, o “emperador”, forma parte de su propio nombre. Esto es particularmente malentendido desde el Emperador Meiji en adelante, dado que el nombre póstumo que se da a los emperadores ahora es el mismo que el de la época que ellos presidieron, mientras que antes el reinado de un emperador podía contener una sucesión de eras. Términos tales como “Emperador Meiji” deben ser entendidos en inglés como “el emperador del período Meiji”, que no es siempre lo que se entiende en japonés.

Vestiduras imperiales del Emperador Komei (1831-1867)

En español, el término mikado (御門 o 帝 o みかど), que significa “la Puerta”, se usaba antiguamente para referirse al emperador del Japón; este uso ahora es obsoleto. En japonés, los emperadores de Japón, no así los de los otros países, son conocidos como tennō (天皇). Literalmente, la palabra tennō combina los caracteres de “gobernante” y “cielo”, pero este no es un signo de divinidad; el uso de ten (天, “cielo”) en la palabra japonesa fue una adopción del concepto chino de Enviado del Cielo, que implica que un emperador ha sido designado por los cielos para equilibrar los asuntos políticos y religiosos en sus dominios.


Hay dos palabras en japonés equivalente a la palabra hispana “emperador”: tennō (天皇) es usada específicamente para describir al emperador del Japón, kōtei (皇帝, el título usado por el emperador chino) es usado para describir a los emperadores extranjeros. Sumeramikoto (literalmente “gobernante celestial sobre las nubes”) fue también usado en japonés antiguo.


Tradicionalmente, los japoneses consideran de mala educación el llamar a un noble por su nombre propio. Esta costumbre está en retirada, pero aún es observada ante la familia imperial. Tennō se agrega de forma póstuma (como prefijo), pero no al emperador reinante. Al contrario, los emperadores pasados son llamado por sus nombres póstumos, tales como el Emperador Jimmu, Emperador Kammu, Emperador Meiji. Desde la Era Meiji, los nombres de era son también usados como nombres póstumos. El emperador reinante es casi siempre referido como Tennō Heika (天皇陛下, que literalmente significa “Su Majestad el Emperador”) o de forma más solemne como Kinjō Heika (今上陛下). Por otra parte, en lenguaje coloquial siempre se le refiere como Heika, Okami o To-gin san (“To-gin” es sinónimo de Kinjō). El emperador actual no es llamado por el nombre de la era, el que se el egregará luego como nombre póstumo.

El Emperador Jinmu (神武天皇 Jinmu-tennō, literalmente “guerrero divino”) fue el fundador tradicional de Japón y su primer Emperador de acuerdo al orden tradicional de sucesión.


Hoy en día esta costumbre es menos considerada. En español, los recientes emperadores han sido llamados por sus nombres personales, de acuerdo con los usos occidentales. Como bien se explicó, en japonés esto suena ofensivo y, en cierto modo, blasfemo. Por ejemplo, el emperador anterior era usualmente llamado Hirohito en español, pero luego de su muerte fue rebautizado como Shōwa Tennō y es llamado de esa forma en japonés. Sin embargo, durante su reinado, nunca se le llamó Hirohito o Shōwa Tennō en japonés. Más bien, se hacía referencia a él simplemente como Tennō Heika (que significa “Su Majestad el Emperador”).


Origen del título


El gobernante de Japón era conocido como ヤマト大王/大君 (yamato ōkimi, Gran Rey de Yamato), 倭王/倭国王 (waō/wakokuō, Rey de Wa, usado externamente), o 治天下大王 (amenoshita shiroshimesu ōkimi o sumera no mikoto, “Gran Rey que gobierna todo bajo el cielo”, de uso interno) en las fuentes chinas y japonesas anterior al siglo VII. El uso más antiguo documentado de la palabra “tennō” es en una tablilla de madera, o mokkan, que fue desenterrada en Asuka-mura en la prefectura de Nara en 1998 y fechada en la era del Emperador Tenji y la Emperatriz Jitō.


La introducción del término se dio en medio del proceso de Sinización de Japón, y es considerado por muchos como un intento de los gobernantes japoneses de igualarse con los emperadores chinos. Notablemente, tianhuang (天皇), el equivalente chino de tennō, estaba entre los títulos adoptados por Emperador Gaozong de la China Tang del mismo período, a pesar que no se sabe si los dos surgieron independientemente o si uno fue influenciado por el otro.


Tumba del Emperador Tenji en Yamashina-ku, Prefectura de Kioto.

3 comentarios:

  1. Gracias al blog de Carolus II, he conocido este espacio y los dos magníficos artículos sobre la monarquía en Japón. Me he enterado de cantidad de cosas que desconocía. Seguiré viniendo por aquí a este blog tan documentado y de tanta calidad. Un cordial saludo desde ArteTorreherberos.

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias, estimado Paco. Retribuyo su cordialidad.

    ResponderEliminar
  3. Estimado: Creo importante citar las fuentes desde donde se obtiene la información. Esto está copiado casi textual de Wikipedia, por lo que creo que se requiere al menos un enlace de referencia.

    ResponderEliminar