miércoles, 9 de marzo de 2011

La Casa de Alba

La Casa de los Duques de Alba de Tormes (o Casa de Alba) tiene sus orígenes en la nobleza castellana del siglo XIV. La casa ducal debe su nombre al Ducado de Alba de Tormes, que está en posesión de la misma. Según afirma el padre Antonio Ossorio en su biografía sobre el Gran Duque de Alba, “nada reprochable ni vergonzoso ha habido en la Casa de Alba, en el transcurso de tantos siglos de existencia, sino el que, demasiado preocupada por la fama de su nombre, olvidóse por completo de acumular riquezas cuantiosas”. Visión no del todo verdadera.

Escudo actual de la Casa de Alba, desde la unión a los Fitz-James Stuart (con los emblemas de Inglaterra, Escocia e Irlanda).


La familia de los Álvarez de Toledo (originaria de Alba de Tormes) surge en la historia nobiliaria española al obtener en el siglo XIV los señoríos de Oropesa y Valdecorneja como recompensa por los servicios prestados al rey Enrique II de Castilla. Es decir, el origen de la fortuna de los Alvarez de Toledo estaría cimentado en lo que los medievalistas llaman “mercedes enriqueñas”. El ascenso de la familia vendrá, fundamentalmente, a partir del siglo XV, merced al apoyo prestado a la corona en sus conflictos con la nobleza castellana.

En 1429 Gutierre Álvarez de Toledo, obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla y Toledo, obtiene de Juan II el señorío de Alba de Tormes, localidad próxima a Salamanca (España), heredado por su sobrino Fernando Álvarez de Toledo, al que Juan II convierte en Conde de Alba de Tormes en 1438. Será con su hijo García Álvarez de Toledo, marqués de Coria y conde de Salvatierra, cuando el título se eleve a ducado, convirtiéndose, por tanto, en el primer Duque de Alba en 1472 por concesión de Enrique IV de Castilla. El verdadero artífice del espectacular incremento de la fortuna familiar fue este último, codicioso y astuto, que acumuló ciudades, tierras, el extenso y fértil dominio de Oropesa y la mitad de las rentas de la feria de Medina del Campo. Ostentó, además, los cargos de virrey de León y de Castilla durante el reinado de Enrique IV y, muerto éste, gozó de la buena estima de Fernando el Católico, hasta el extremo de tomar por esposa a María Enríquez, hermana de la reina Juana (madre del rey don Fernando).



Iglesia de San Juan de la Cruz, en el señorío de Alba de Tormes

Posteriormente, los Reyes Católicos otorgaron la capitanía general de sus ejércitos al segundo Duque de Alba, Fadrique Álvarez de Toledo. Éste y el tercer Duque, Fernando Álvarez de Toledo, conocido como el Gran Duque de Alba, son los que tuvieron mayor notoriedad histórica. Don Fadrique daría muestras de un altruismo y fidelidad hacia la monarquía que marcaría a sus descendientes e imprimiría una impronta especial a la Casa de Alba: mientras el resto de la nobleza apuntalaba las fortunas logradas durante la Reconquista y las guerras civiles de los siglos XIV y XV, la Casa de Alba proporcionaba soldados profesionales dispuestos a batirse allá donde ordenara el rey. En 1520 Carlos V incluyó a los Duques de Alba de Tormes entre los 25 primeros Grandes de España.

El Gran Duque de Alba, llamado don Fernando en honor al rey católico, heredó, aparte de tierras y prebendas, un orgullo de casta y un conocimiento bien informado de las hazañas de sus antepasados, lo que después, como sistema de valores asumido y articulado, sería transmitido casi despiadadamente para conformar el carácter de sus vástagos. Siempre de viaje, de guerra en guerra, don Fernando Alvarez de Toledo forjó un curriculum militar impresionante: desde España a Túnez, luego a Italia y Francia, Alemania, Italia nuevamente, los Países Bajos y el último florón a su mérito y lealtad con el rey fue la conquista de Portugal para la Corona de España. Fue generalísimo, virrey de Nápoles, Gobernador de Flandes, caballero del Toisón de Oro y mayordomo del Rey.

El Gran Duque de Alba (1507-1582)


Actualmente, el título ya no corresponde a la antigua familia de los Álvarez de Toledo, habiendo pasado, merced a matrimonios y defunciones a una rama de la familia Fitz-James Stuart, duques de Berwick. El 12º Duque de Alba, don Fernando, en realidad era hijo de don Manuel José de Silva, de la prestigiosa Casa del Infantado (Alvarez de Toledo por parte materna). Al morir su único descendiente varón, don Francisco de Paula, el título recayó en su hija, doña María Pilar de Silva Alvarez de Toledo, que murió también sin sucesión. Entonces el ducado pasó a manos de Carlos Miguel Fitz-James Stuart de Silva Alvarez de Toledo, sobrino-bisnieto de don Fernando. El duque de Berwick y de Liria era descendiente del mariscal Berwick, hijo natural de Jacobo II de Inglaterra. Casó en 1844 con doña María Francisca de las Sales Portocarrero y Kilpatrick, condesa de Montijo, hermana de la emperatriz de los Franceses, Eugenia.

Con el tiempo, en virtud de herencias y matrimonios, la Casa de Alba ha ido añadiendo nuevos títulos, habiéndose convertido en la casa noble con mayor cantidad de éstos en España. A lo largo de su dilatada historia se fue convirtiendo en un auténtico museo vivo.


Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII Duque de Alba, el día de su boda con María Del Rosario de Silva Fernández de Ixar Portugal y Guterbey, IX Marquesa de San Vicente del Barco, hija de los Duques de Aliaga y heredera del inmenso patrimonio de la Casa de Híjar (7 de octubre de 1920)


Rol histórico y patrimonio

La Casa de Alba y, con ella su actual titular, encarnan más de 500 años de historia europea, española y americana. La familia reúne una rama ilegítima de la Casa de los Estuardo de Escocia, luego reyes de Inglaterra, junto a enlaces con la dinastía portuguesa y las casas nobiliarias españolas de los Duques de Veragua y del Conde-Duque de Olivares. El mismo Cristóbal Colón es ancestro de la actual duquesa.

Una gran fortuna material y supervivencia histórica explican como los Alba poseen una de las mejores colecciones privadas de arte de Europa, conservada en más de veinte palacios y castillos repartidos por toda la geografía española, algunos de los cuales están cedidos a instituciones públicas para su mejor conservación y uso.


El Salón Español del palacio de Liria. Allí se puede recibir a las visitas rodeado de Velázquez, El Greco, Zurbarán, Murillo e incluso un Rubens que representa a la infanta Isabel Clara Eugenia y su esposo el archiduque Alberto.


Aunque la colección de arte de la Casa es gigantesca, por diversos avatares no conserva todos los tesoros que pasaron por ella. El Palacio de Liria, en Madrid, contiene la mayor y más valiosa parte de la herencia cultural de los Alba. Más de 30.000 libros conforman la biblioteca, destacando la famosa Biblia de Alba de 1433, primera traducida al castellano o 21 documentos autógrafos de Cristóbal Colón. En la pinacoteca lucen pinturas de Tiziano, Rubens, Goya, Velázquez, El Greco o Rembrandt, del que conserva uno de los 15 paisajes que pintó a lo largo de su vida.

La pinacoteca fue iniciada por Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel. En esta época, la documentación menciona obras de Domenichino, Allori, Gentileschi, Ribera, Velázquez, Rafael o Correggio. Más tarde, en el siglo XVIII ingresaron importantes lienzos encargados a Raphael Mengs y, gracias al mecenazgo de la 13ª Duquesa de Alba, amiga y modelo de Goya, se enriqueció con varios lienzos de este artista, entre los que destaca el retrato de la duquesa. Su fallecimiento supuso el desmembramiento de casi toda la pinacoteca. Algunas obras pasaron a manos de Manuel de Godoy, otras las legó la duquesa a diversos allegados y su sucesor el duque Carlos Miguel apenas recibió una treintena de obras.


Cayetana, duquesa actual, en el palacio madrileño de Liria, bajo uno de los retratos que Goya hiciera de su antepasada homónima


De todas formas, el 14º duque de Alba y 6º duque de Berwick, gran enamorado del arte, adquirió en un largo viaje por Europa piezas de Fra Angelico y Rembrandt. En 1821 tenía pensionados en Roma a una docena de artistas, con los que quiso montar una academia. Cinco años después solicitó al gobierno español permiso para entrar a Madrid, sin abrirlos en Alicante, más de 70 cajones de obras de arte adquiridas en sus viajes que sumaban unos dos millones de reales. Pero, dada la mala situación financiera de la Casa, tras múltiples peripecias de acreedores, créditos, deudas impagas… sólo llegaron al palacio ducal 117 cuadros, más 58 vasos pintados, 6.000 estampas y algunas estatuas de mármol.

En el siglo XIX, la colección se completó con algunas obras inglesas a las que, ya entrado el siglo XX, se sumaron pinturas de Madrazo, Sorolla, Zuloaga y Sotomayor, así como algunas piezas del impresionismo francés adquiridos por la actual duquesa.

La Casa de Alba posee una de las fortunas más grandes de España, conformada por palacios, terrenos agrícolas, propiedades inmobiliarias, sociedades y participaciones bursátiles. Considerada su titular una de las terratenientes más importantes del país ibérico, se calcula que controla unas 34.000 hectáreas (equivalente a más de 170 veces el Principado de Mónaco), muchas de ellas vestigio de los antiguos señoríos jurisdiccionales que, tras su supresión, la familia conservó bajo su propiedad. Casi cada título nobiliario que la Casa posee, está relacionado con alguna propiedad territorial.

El palacio neoclásico de los Duques de Alba en Piedrahita, Ávila


Entre sus posesiones destacan algunos de los castillos y palacios más relevantes del patrimonio histórico español, en su mayoría hoy integrados en la Fundación Casa de Alba.

En Sevilla: el Palacio de las Dueñas, las fincas La Pizana en Gerena y Las Arroyuelas en Carmona. En Salamanca: el Palacio de Monterrey.
En San Sebastián: el Palacio de Arbaizenea.
En Segovia: el Castillo de Coca, cedido al Ministerio de Agricultura a cambio de su restauración.
En Madrid: el Palacio de Liria, de 3.500 metros cuadrados.
En Marbella: la finca Las Cañas.
En Ibiza: la finca "Sa Ufabaguera".
En Alba de Tormes: el Castillo de los Duques de Alba.
En Rivilla de Barajas: el castillo-palacio de Castronuevo.
En Loeches: el Panteón Familiar de la Casa de Alba, en el Monasterio de la Inmaculada Concepción.
En Valdunquillo: el Palacio de los Osorio.


Títulos en posesión de María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart

Títulos con Grandeza de España:

  1. XVIII duquesa de Alba de Tormes (1955)
  2. XI duquesa de Berwick (1955)
  3. III duquesa de Arjona (1955)
  4. XVII duquesa de Híjar (1957)
  5. XI duquesa de Liria y Jérica (1955)
  6. XIV condesa-duquesa de Olivares (1955)
  7. XVI marquesa del Carpio (1955)
  8. Condesa de Aranda (1957)
  9. XXII condesa de Lemos (1955)
  10. XIX condesa de Lerín-condestablesa de Navarra (1955)
  11. XX condesa de Miranda del Castañar (1955)
  12. XVI condesa de Monterrey (1955)
  13. XX condesa de Osorno (1955)
  14. Condesa de Palma del Río (1957)


Ha sido recurrente por parte de algunas publicaciones decir que la actual jefa de la Casa es veinte veces Grande de España. En realidad Doña Cayetana fue dieciocho veces Grande de España sólo antes de que fueren legados cuatro títulos nobiliarios a sus hijos, cada uno con Grandeza, quedando con cuatro Grandezas menos. Los ducados de Huéscar y Aliaga habrían pasado a posesión de sus dos hijos mayores directamente desde el XVII Duque Alba de Tormes luego de su muerte, sin haber estado nunca en sus manos. Por estas razones Cayetana de Alba es sólo catorce veces Grande de España. Cabe destacar además, que el Ducado de Liria y Jérica posee en conjunto una sola Grandeza, al igual que sus títulos de Condesa de Lerín y Condestable de Navarra.


María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva (hija del XVII Duque de Alba) el día de su boda con Luis Martínez de Irujo en 1947, en Sevilla. Casarse en el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla es un privilegio sólo al alcance de pocos, que deben ser miembros de la Realeza y Grandes de España, y depende exclusivamente de la decisión del propio Arzobispo. En todo el siglo XX sólo cuatro bodas se han podido realizar allí.


Títulos nobiliarios sin Grandeza:

  • 17 Marquesados: XII marquesa de la Algaba (1955), XII marquesa de Almenara (1957), XXI Marquesa de Barcarrota (1955), Marquesa de Castañeda (1995), XIX marquesa de Coria (1955), XII Marquesa de Eliche (1955), Marquesa de Mirallo (1986), XX Marquesa de la Mota (1955), XX Marquesa de Moya (1955), XVII Marquesa de Orani (1991), XI Marquesa de Osera (1955), XVI Marquesa de San Leonardo (1955), XIX Marquesa de Sarria (1955), XII Marquesa de Tarazona (1955), Marquesa de Valdunquillo (1986), XXI Marquesa de Villanueva del Fresno (1955), XVI Marquesa de Villanueva del Río (1955)
  • 12 Condados: XX condesa de Villalba (1955), XXV condesa de San Esteban de Gormaz (1955), X condesa de Santa Cruz de la Sierra (1955), XVIII condesa de Andrade (1955), XV condesa de Ayala (1955), XIV condesa de Casarrubios del Monte (1955), XIV condesa de Fuentes de Valdepero (1955), X condesa de Fuentidueña (1955), XVI condesa de Galve (1955), XVII condesa de Gelves (1955), Condesa de Guimerá (2007), Condesa de Ribadeo (1957)
  • 1 Vizcondado: X vizcondesa de la Calzada (1955)
  • 1 Señorío: XXIX Señora de Moguer (1955)

16 de marzo de 1978: la duquesa de Alba se casa por segundas nupcias, con Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, en el Palacio de Liria


Títulos en posesión de los hijos de la duquesa

  • Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo:
    XVIII Duque de Huéscar (con Grandeza de España)
  • Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart:
    XVI Duque de Aliaga (con Grandeza de España)
  • Jacobo Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart:
    XXIV conde de Siruela (con Grandeza de España)
  • Fernando Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart:
    XI marqués de San Vicente del Barco (con Grandeza de España)
  • Cayetano Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart:
    conde de Salvatierra (con Grandeza de España)
  • Eugenia Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart:
    XI duquesa de Montoro (con Grandeza de España)


Señores de Alba de Tormes (1429-1438)

  1. Gutierre Álvarez de Toledo, señor de Alba de Tormes. También obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla y Toledo.


Condes de Alba (1438-1472)

  1. Fernán Álvarez de Toledo
  2. García Álvarez de Toledo (elevado a duque en 1472)

Torre de los Escudos del Castillo de la Muela, Consuegra, Toledo. El escudo superior pertenece a D. Juan José de Austria, hijo de Felipe IV. El segundo escudo pertenece a los Álvarez de Toledo donde puede apreciarse el Blasón Ajedrezado perteneciente a esta Casa.


Duques de Alba de Tormes (desde 1472)

  1. García Álvarez de Toledo y Enríquez (1472-1488)
  2. Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez de Quiñones (1488-1531)
  3. Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel (1531-1582)
  4. Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez de Guzmán (1582-1585)
  5. Antonio Álvarez de Toledo y Beaumont (1585-1639)
  6. Fernando Álvarez de Toledo y Mendoza (1639-1667)
  7. Antonio Álvarez de Toledo y Pimentel (1667-1690)
  8. Antonio Álvarez de Toledo y Beaumont (1690-1701)
  9. Antonio Martin Álvarez de Toledo Guzmán (1701-1711)
  10. Francisco Álvarez de Toledo (1711-1739)
  11. María Teresa Álvarez de Toledo (1739-1755)
  12. Fernando de Silva y Álvarez de Toledo (1755-1778)
  13. María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo. Al no dejar descendencia, el título pasa a manos de su sobrino Carlos Miguel Fitz-James Stuart (1778-1802).
  14. Carlos Miguel Fitz-James Stuart (1802-1835)
  15. Jacobo Fitz-James Stuart (1835-1881)
  16. Carlos María Fitz-James Stuart y Portocarrero (1881-1901)
  17. Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó (1902-1953)
  18. María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva (1953-actual titular)


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