viernes, 30 de octubre de 2009

La Nobleza austríaca

Históricamente, la Nobleza austríaca (en alemán: österreichischer Adel) fue una privilegiada clase social en Austria, aunque oficialmente abolida en 1919 luego de la caída del Imperio Austro-húngaro. Las antiguas familias nobles y sus descendientes todavía son parte de la sociedad austríaca al día de hoy, pero no retienen ningún privilegio específico. El sistema austríaco de nobleza es muy similar al alemán, pues ambos países formaron parte del Sacro Imperio Romano. Cualquier noble viviendo en tierras gobernadas por los Habsburgo y que debía su lealtad a la dinastía y al emperador de Austria era también considerado parte de la aristocracia austríaca. Esto se aplicaba a cualquier miembro de la nobleza de Bohemia, Hungría, Polonia, Croacia y otras noblezas de los dominios Habsburgo.


El Conde Apponyi, de Hungría (1930)


Intentar diferenciar entre los grupos étnicos podía ser bastante confuso, especialmente para los nobles del Imperio Austro-Húngaro. Un noble de Galicia -territorio hoy dividido entre Polonia y Ucrania-, por ejemplo, podría llamarse a sí mismo noble polaco, pero también por derecho pertenecía a la nobleza austriaca. La religión, como la etnia, tampoco era usada para una categorización. La nobleza austríaca podía pertenecer a cualquiera de las religiones del imperio Habsburgo, los nobles eran católicos en Austria, Hungría, Croacia, Eslovenia y Polonia, protestantes en Bohemia y Transilvania, católicos griegos en el este de Galicia, serbios ortodoxos en Vojvodina, incluso había nobles de fe judía.


La nobleza austríaca se puede dividir en dos categorías: la nobleza histórica que vivió en los territorios del imperio Habsburgo y juró lealtad a la dinastía (hasta 1918) y la nobleza post-1918, específicamente aquella que hoy retiene la ciudadanía austríaca, cuya familia venía originalmente de Austria propiamente dicha y Bolzano-Bozen (Italia), o que fue ennoblecida bajo el gobierno austríaco y se identifica a sí misma como perteneciente a esa clase.


Escudo que representa el águila imperial de los Habsburgo y que combina las tierras de Austria y los reinos de Hungría y de Bohemia
Historia


Desde 1453 en adelante, el Archiduque de Austria tenía el derecho de otorgar títulos de nobleza a los plebeyos, al igual que el Arzobispo de Salzburgo (mientras Salzburgo permaneció como territorio independiente). Además del Sacro Emperador Romano (rango que casi ininterrumpidamente fue ocupado por el Archiduque de Austria desde 1438 a 1806), sólo unos pocos gobernantes territoriales del Imperio tuvieron ese derecho.


En una era de absolutismo, la nobleza residente en las ciudades lentamente comenzó a introducirse en la Corte (Hofadel). Prestando servicio allí, los nobles se iniciaron en la educación y los intereses de los círculos cortesanos. Asimismo, se formó un círculo interior cerrado, llamado las 100 Familien, que poseían enormes riquezas y propiedades en tierras y obtuvieron gran influencia, jugando un importante rol en la política y la diplomacia. Los miembros de la alta aristocracia tendían a casarse entre ellos, haciendo de las bodas un espectacular evento social. Además, durante la época barroca, comenzaban a moverse entre las ciudades del imperio y se hacían construir brillantes residencias.


El Palacio Eszterházy, Fertőd, Hungría


Luego del final del Sacro Imperio Romano en 1806, los gobernantes Habsburgo, devenidos en Emperadores de Austria desde 1804, continuaron elevando individuos a la nobleza hasta el fin de la monarquía en 1918. Algunas de estas nobles familias incluso obtuvieron para sí mismas el derecho a ser Pares hereditarios en la Herrenhaus (equivalente a la Cámara de los Lores inglesa) del Consejo Imperial (Reichsrat). Nobles provenientes de estados soberanos como los del norte de Italia (Venecia, Mantua, Milán) también tuvieron confirmados sus derechos de nobleza y les fue permitido mantener sus títulos.


Nobleza judía


Debido al Edicto de Tolerancia (Toleranzpatent) creado en 1782 por el emperador José II, los banqueros judíos, más tarde empresarios e industriales, podían ser ennoblecidos por sus servicios y lealtad. A los judíos elevados a la aristocracia les estaba permitido mantener su religión. Aunque su ennoblecimiento significaba reconocimiento a su trabajo y un crecimiento de estatus social, no se podía ocultar el hecho que los judíos eran en su mayor parte sólo “tolerados”. No podían elegir libremente el lugar y la duración de su residencia y tenían que pedir regularmente permisos a las autoridades. Esto era una pesada carga para las familias judías.



La Baronesa Robert de Rothschild (1922)


Pese a las dificultades, para 1821 había por lo menos nueve familias judías ennoblecidas viviendo en Viena. Su elevación se debía a las contribuciones económicas a la industria del país. Algunas de las más ricas eran Rothschild, Arnstein, Eskeles, Kuffner, Lieben, Auspitz, Schey von Koromla, Todesco, Wertheimstein, Wetzlar o Wetzler von Plankenstern y von Wiernes. En el caso de los Rothschild y Todesco, el secreto de su éxito económico se hallaba en su rápida habilidad para ajustarse a la cambiante situación económica global. Ellos fundaron bancos que financiaron compañías y proyectos de infraestructura en un tiempo de gran crecimiento económico e industrial a fines del siglo XIX. Sus contribuciones hicieron posible que Austria-Hungría se mantuviera a tono en el desarrollo económico internacional.

Abolición de la nobleza


La Adelsaufhebungsgesetz (Ley de Abolición de la Nobleza) de 1919 abolió con todos los privilegios de la nobleza y, como en Alemania, con los títulos nobiliarios y los nombres. Así, ningún ciudadano austríaco puede tener títulos nobiliarios o incluso partículas como von y zu en su nombre. Por ejemplo, el nombre del nieto del último emperador de Austria es simplemente Karl Habsburg. De manera similar, Friedrich von Hayek pasó a ser Friedrich Kayek y Kurt von Schuschnigg, Kurt Schuschnigg.

Este puede llevar a confusiones actualmente, pues descendientes de nobles son referidos muchas veces con nombres de nobles en el exterior, incluso aunque no es legalmente exacto con respecto a los ciudadanos austríacos. También hay miembros de familias nobles que tienen diferentes ciudadanías, como en el caso de Otto von Habsburg (hijo del último emperador de Austria), quien también es ciudadano alemán y en Alemania las leyes austríacas no se aplican a él. Otro caso en que la ley no se aplica es a los nombres artísticos, donde el von es usado muchas veces, como el director Herbert von Karajan o el músico Hubert von Goisern. De todas maneras, los nombres artísticos nunca fueron reconocidos con propósitos oficiales.



El emperador Carlos VI y la emperatriz Zita (de Borbón-Parma), con su hijo Otto, el 31 de diciembre de 1916


Aunque la prohibición se mantuvo oficialmente, algunas personas se referían por sus títulos en un ámbito privado. Por ejemplo, Karl Schwarzemberg se referirá ocasionalmente como Fürst (Príncipe) Schwarzemberg en los medios; él era ciudadano checo y suizo pero no austríaco. En oposición a la nobleza de Bohemia, Polonia, Rusia o los antiguos territorios prusianos, a los nobles austríacos nunca se les confiscaron sus tierras y riquezas.


Medidas sociales fueron presentadas por el gobierno republicano con el fin de crear mayor igualdad entre los ciudadanos y financiar proyectos públicos, los cuales ejercían una presión en la explotación tradicional de la tierra por parte de la baja nobleza y la aristocracia. Esto resultó en la venta forzosa de muchos palacios y tierras, debido a la expensas de su mantenimiento. Sin embargo, no hubo ninguna medida por parte del gobierno específicamente para orientar la nobleza y quitarle sus posesiones.


Boda de Karl von Habsburg-Lothringen y Francesca von Thyssen-Bornemisza, Mariazell, Austria (1993)

A pesar de ello, la nobleza es tratada todavía hoy ligeramente diferente a los ciudadanos ordinarios. Los eventos sociales de la nobleza se propagan a lo largo y a lo ancho de los medios. Además, la ley se rompe en buena gana en muchas ocasiones cuando los miembros de la nobleza se abordan en los acontecimientos públicos. En la celebración anual por el cumpleaños del emperador Francisco José en Bad Ischl, los actuales miembros de la familia Habsburgo son tratados como “Altezas Imperiales y Reales”.


Además de la pérdida de sus títulos, la mayoría de ellos les ha ido remarcadamente bien en Austria moderna y todavía constituyen algunas de las más ricas familias, como los Estherházy, Mayr-Melnhof y Mautner-Markhof. Muchos hoy trabajan en los tradicionales campos de la diplomacia y la política, tienen negocios propios y diferentes intereses financieros o se dedican a la filantropía y la vida social.


Isabel, condesa de París, descendiente por línea materna de los condes Dobrzensky (von Dobrzenicz)


Se ha estimado que en 2005 existían alrededor de 20.000 nobles en Austria. Ese año se fundó la Asociacion de Nobles Austríacos o V.E.Ö (Vereinigung der Edelleute in Österreich), que se consideraba sucesora de la Vereinigung katholischer Edelleute in Österreich, fundada en 1922 y prohibida bajo los nazis en 1938. Hasta hace poco, todos los intentos para revivirla fueron bloqueados por las autoridades austríacas.


La Nobleza rusa hoy

Luego de la reforma emancipadora de 1861, la posición económica de la nobleza fue debilitándose. Su influencia fue reducida por los nuevos estatutos legales de la reforma judicial de Alejandro II, en 1864, bajo cuyo derecho de elección los oficiales de la ley fueron derogados. La reforma policial de 1862 limitó la autoridad de los terratenientes a nivel local y la creación de gobiernos locales, el Zemstvo, acabó con la influencia exclusiva de la nobleza en el gobierno autónomo local.



El Zar Alejandro II con uniforme de la Guardia Imperial (1865)


Luego de la revolución de octubre de 1917 todas las clases de nobleza fueron legalmente abolidas. Muchos nobles rusos que abandonaron su país a partir de aquel momento jugaron un importante rol en la llamada “Emigración Blanca”, que estableció comunidades en Europa, Norteamérica y otras partes del mundo. En los ’20 y los ’30, asociaciones de nobles rusos se establecieron en Francia, Bélgica y Estados Unidos. La Russian Nobility Association in America fue fundada en 1938 en Nueva York. Desde el colapso de la Unión Soviética, ha ido creciendo el interés entre los rusos sobre el rol que la nobleza rusa ha jugado en el desarrollo histórico y cultural de su nación.



El príncipe Mdivani de Georgia en su boda con la heredera norteamericana Bárbara Hutton (1933)


Setenta años después de haber sido disuelta como clase, tres mil descendientes de aristócratas salieron del anonimato para pedir la restitución de sus propiedades. Anónimos y casi extinguidos en las matanzas de octubre de 1917, durante la revolución comunista, los nobles sobrevivientes de Rusia son herederos de príncipes, condes, duques y barones propietarios de haciendas tan grandes como provincias españolas.




Táuride, el palacio del Príncipe Grigori Potemkin en San Petersburgo (1796)



«Los comunistas nos masacraron acusándonos de crímenes contra el Estado. Por eso nuestro principal objetivo es obtener la rehabilitación del honor y el buen nombre de las familias nobles y lograr que se haga justicia histórica», declara el conde Andrei Golitsyn, presidente de la Asamblea de los Nobles, con sede en un palacio moscovita que perteneció a un conde fusilado. Según los archivos de esta asociación, unos 40.000 nobles fueron asesinados por los bolcheviques. Se ejecutaba incluso a los niños para que no tuvieran descendencia. Golitsyn explica que en cada familia noble de Rusia hay «fusilados, torturados y desaparecidos», aunque decenas de miles lograron escapar en la primera oleada a las matanzas comunistas a través de Turquía.



Blasones de la familia Golitsyin (Galitzine)



«Mi familia tenía 1.000 miembros. Todos los que se quedaron en Rusia fueron asesinados. En los archivos del KGB sólo figuran 70 Golitsyn, todos fusilados. Centenares perecieron en los gulags [campos de trabajo]», relata el conde. Se acusaba a los aristócratas de «haber nacido noble en familia de conde», «conspiración monárquica » o «actividades contrarrevolucionarias».


Los miembros de la Asamblea de los Nobles, a la que sólo se puede pertenecer probando jurídicamente la posesión de un título nobiliario, acusan a los actuales gobernantes y a los nuevos rusos de haberse apoderado de los bienes que antes les arrebataron los comunistas. La restitución de propiedades a la nobleza sigue siendo discutida en la Duma. «Los comunistas son los principales enemigos de la restitución, pero también los demócratas que se han convertido en terratenientes ilegales a costa de nuestras propiedades», afirma Golitsyn. Los actuales aristócratas son conscientes de que la justicia tardará años en llegar.




El edificio de la Asamblea de los Nobles, que data de 1780



Pocos nobles han logrado, hasta el momento, la restitución de sus propiedades; en su lugar logran que el Estado les permita vivir en ellas por tratarse de terrenos no cultivados por los campesinos. Un conde recibió la hacienda de sus abuelos «demolida hasta la última piedra», porque así lo decidió el comité de campesinos de la zona. Otro conde obtuvo de los tribunales un certificado de residente para habitar entre unas columnas en ruinas, aunque la propiedad sigue perteneciendo al Estado, como toda la tierra y las viviendas de Rusia.



El Conde Lev Nikoláyevich Tolstoy, más conocido como León Tolstoi (1910)


Los aristócratas destruyeron la mayoría de los títulos de propiedad, pero los originales se conservan en los archivos estatales. «Para la mayoría de los nobles de Rusia sus propiedades se han convertido en una fantasía. El castigo de la revolución no fue convertirnos en gentes corrientes, sino asesinar a los zares y perpetrar un genocidio nacional exterminando a los campesinos y a la burguesía», dice Golitsyn.


martes, 27 de octubre de 2009

La Nobleza en Rusia

La Nobleza rusa surgió en el siglo XIV y esencialmente gobernó Rusia hasta la revolución de octubre de 1917.


La palabra rusa para nobleza, Dvoryanstvo (дворянство), deriva de la palabra dvor (двор), que significa “Corte” de un príncipe o duque (kniaz) y, más tarde, de un zar. Un noble era llamado dvoryanin (plural, dvoryane). Como en otros países, nobleza era un estatus, una categoría social, pero no un título.

Blasones de la familia Yussupov

Categorías

La Nobleza era transferida por herencia u otorgada por una fuente de honor. Existían:

  • Nobleza antigua (descendientes de Rurik y Gediminas y los boyardos: Galitzin, Khilkov, Gorchakov, Chelyadnins)
  • Nobleza titulada (que ostentaban los títulos de príncipe, como Potemkin o Yusupov, de conde como Tolstoy o de barón, como Pahlen)
  • Nobleza heredada (obtenida por los herederos de rutina)
  • Nobleza personal (otorgada por méritos personales)
  • Nobleza sin propiedad (obtenida sin la adjudicación de una propiedad territorial).


Con excepción de la nobleza antigua (Древнее дворянство), la cual era exclusivamente hereditaria, descendiente de los históricos boyardos y knyazes, las restantes clases de nobleza podían ser adquiridas.

Okolnichi Pyotr Ivanovich Potyomkin, embajador de Rusia en España y Francia (1667)


La Nobleza titulada (титулованное дворянство) era la categoría más alta: incluía a quienes tenían títulos de príncipe (knyaz Князь), Conde (graf Граф) o Barón (baron Барон). Los últimos dos títulos fueron introducidos por Pedro el Grande. Un barón o un conde podía ser propietario (владетельный (действительный)), como los dueños de tierras en el imperio ruso, o titular (титулярный), sólo agraciado con el título.


La Nobleza heredada (потомственное дворянство) era transferida por la esposa, los hijos y cualquier descendiente legal directo por la vía masculina. En casos excepcionales, el emperador podía transferir nobleza a través de línea indirecta o línea femenina, sobre todo para preservar la notabilidad de un nombre familiar.


El Conde Pável Aleksándrovich Stróganov (1774 - 1817)


La Nobleza personal (личное дворянство) era transferible sólo a la esposa y tenía un prestigio mucho menor.


La Nobleza sin propiedad (беспоместное дворянство) era nobleza obtenida por servicios al Estado, pero no implicaba ser propietario de tierras.

Un nuevo noble era usualmente titulado por la propiedad de la tierra. Aunque una pérdida de tierra no significaba automáticamente pérdida de nobleza. En la antigua Rusia imperial, los más altos rangos al servicio del Estado eran automáticamente hechos nobles, lo que no necesariamente significaba que éstos eran terratenientes.



El Palacio Arkhangelskoye (a 20 kilómetros de Moscú). Entre 1703–1810 perteneció a los Príncipes Galitzine y entre 1810–1917 a la familia Yussupov.


Los rusos no empleaban una partícula nobiliaria antes del apellido, como el von en alemán o el de en francés, pero los nobles recibían una salutación oficial que variaba de acuerdo a los rangos: su nobleza (ваше благородие), su alta nobleza (ваше высокоблагородие), su alta y antigua nobleza (ваше высокородие), etc.


Adquisición de nobleza

Existían varios métodos por los cuales la nobleza podía ser adquirida. Uno de ellos era a través del servicio militar. Entre 1722 y 1845 la nobleza hereditaria era otorgada por extenso servicio militar en el rango de Oficial, por servicio civil en el rango de Asesor Colegial y con cualquier orden del Imperio Ruso.
Entre 1845 y 1856 la nobleza se otorgaba por extensos servicios en el rango de Mayor y Consejero de Estado, a los titulares de las Órdenes de San Jorge y de San Vladimir, y con los primeros grados de otras órdenes. Entre 1856 y 1900, la nobleza era otorgada a quienes ascendían hasta el rango de Coronel, capitán del primer rango y Actual Consejero de Estado. El otorgamiento de nobleza fue más restringido entre 1900 y 1917, sólo alguien premiado con la Orden de San Vladimir de la tercera clase (o más alta) podía convertirse en noble hereditario.



Orden Imperial y Militar de San Jorge (1769)

Los nobles rusos poseían los siguientes privilegios:
  • El derecho de posesión de extensas propiedades (hasta 1861), incluyendo la virtual propiedad de los siervos que trabajaban en las fincas.
  • El derecho de entrar a privilegiadas instituciones educacionales (Liceo Tsarskoye Sélo, Escuela de Jurisprudencia)
  • El derecho a tener un escudo de armas (a fines del siglo XVII)
  • Exención del servicio militar requerido (entre 1762-1874, más tarde el servicio militar obligatorio fue introducido en todos los estados)
  • Exención de las funciones en los gobiernos locales (zemstvo), hasta la segunda mitad del siglo XIX.
  • Exención de los castigos corporales.

Orden Imperial de San Vladimir (1782)

Historia


La nobleza surgió en los siglos XII y XIII como el nivel más bajo de la clase militar feudal, que componía la corte de un príncipe o un importante boyardo. Desde el siglo XIV la propiedad de la tierra por los nobles se incrementó y tres siglos después componía la masa de los señores feudales y constituía la mayoría de terratenientes. Pedro el Grande finalizó el estatus de la nobleza, mientras abolía el título de boyardo.


Desde 1782, un tipo de uniforme fue introducido para los nobles civiles llamado “Uniforme de servicio civil” o simplemente “Uniforme civil”, que prescribía los colores que dependían del territorio. Este uniforme era requerido en los lugares de servicio, como la Corte y otros importantes lugares públicos.


Príncipe Dimitry Vladimirovitch Golitysin (1771-1844)


Los privilegios nobiliarios estuvieron legalmente codificados en 1785 en la “Constitución de la Nobleza”, que introducía una organización de esa élite: cada provincia (guberniya) y distrito (uyezd) tenía una Asamblea de Nobles. El presidente de una Asamblea era llamado Mariscal de Nobleza de la Provincia (o Distrito).


Para 1805, los varios rangos de nobleza se habían convertido en algo confuso. Había condes que eran más ricos y más importantes que los príncipes. Se veían nobles familias cuya riqueza había sido disipada, en parte por falta de primogenitura y en parte debido a la extravagancia de su estilo de vida y la pobre gestión de sus propiedades. Se veían jóvenes nobles sirviendo en la Armada pero no se veía a nadie que adquiriera nuevas fincas y tierras. Era la época de las Guerras Napoleónicas. Tolstoi reportó algunas mejoras posteriores: algunos nobles prestaron más atención a la gestión de sus propiedades y otros, como Andrei Bolkonsky, liberaron a sus siervos incluso antes que el zar lo hiciera en 1861.


Conde Alexander Ivanovich Ostermann-Tolstoy (1770–1857)



lunes, 26 de octubre de 2009

El devenir de la Nobleza española

Los primeros nobles conocidos durante la Restauración de España fueron conocidos como infanzones, caudillos de las casas fuertes (como fueron Don Pelayo en Asturias, en los Pirineos Don García Jiménez, y en Cataluña Don García Íñiguez). Son los verdaderos y antiguos solares de la nobleza en España.


Estos primeros nobles conquistaron desde sus fortalezas muchas tierras y despojos con los que se hicieron poderosos. Heredaban estas posesiones los hijos mayores y los segundos eran pobres llamándose todos infanzones. Posteriormente este nombre se entendió por hijo-dalgo y pertenece ya al romance castellano. Los primeros hijosdalgos fueron aquellos que cuando la tierra se iba conquistando de los moros, salían con sus armas y caballos a ayudar al rey.


Castillo de Almodóvar del Río, Córdoba, Andalucía, construido en el siglo XIII


Posteriormente a los más poderosos ricos-hombres, dignidad que en la misma nobleza eran de mayor valía de la que procedió luego la de los actuales grandes de España. Con el tiempo estas casas nobles llegaron a adquirir tal consideración que se otorgaron no solo a los particulares que se habían distinguido sino a los mismos príncipes de la sangre.

La dignidad de Grande de España gozó de mayores consideraciones relativas al servicio interior de palacio y de la realeza, a los altos mandos militares o a la suprema administración de justicia, es decir, ser Grande de España era como un salvoconducto para aspirar a los cargos más importantes de los distintos reinos en España.

Escudo de Grande

En esta época no solo alcanzaron una estimación honorífica, también disfrutaron de estados y señoríos y fueron pequeños soberanos, relacionándose otros con los reyes mismos por su genealogía o contando entre sus ascendientes a nombres ilustres.


Por tanto los grandes y ricos hombres tuvieron una alta consideración en la monarquía de los siglos medios a la que unieron la influencia que les daba su valor personal, sus riquezas y las grandes fuerzas de que podían disponer, y con las que contribuyeron eficazmente a la restauración de la monarquía y a la expulsión de los sarracenos de España.


Posteriormente fue necesario cortar esta influencia por los perniciosos efectos que se dejaron sentir en los siglos XIII y XIV, ya que dueños los nobles de inmensos estados y acaudillando numerosas huestes que los reconocían por sus señores naturales y les respetaban más que al monarca mismo llegaron a ensorbecerse hasta el extremo de que la Corona tuvo que entrar en vergonzosas transacciones con ellos.


Don Antonio Alfonso Pimentel, XI conde y VIII duque de Benavente (1652- 1677)


Los monarcas se vieron obligados por tanto a dar entrada en las Cortes a los plebeyos, o sea, al estado llano, para hacer causa común contra la nobleza porque el monarca veía cercenada su autoridad por la prepotencia de los nobles.


Reconquistada la monarquía los grandes siguieron el impulso que el trono les daba, porque siempre se retrata la influencia del soberano en los magnates y poderosos que rodean el trono: Con los Reyes Católicos ayudaron en la conquista de Granada e hicieron expediciones al Nuevo Mundo. Con Carlos V vivieron siempre en campaña participando de sus conquistas y laureles y también de sus desaciertos. Con Felipe II de España ya no fueron más que cortesanos empezando su decadencia.
En la época de Felipe IV la mayoría de los nobles en España se emplearon en galantes aventuras y en intrigas palaciegas. Desde esa época en adelante no fueron más que un lujoso adorno del trono y de la monarquía, compuesto de una multitud de títulos que residían y medraban en la Corte para conseguir cargos políticos y gastaban en ella las rentas que les producían sus estados, muchos de ellos en lastimoso abandono.



Blasones de la Casa Alvarez de Toledo, ducado de Alba de Tormes, Grandes de España (1531-1582)

Causas de su decadencia

  • La multitud de nobles ya existente en tiempos de Felipe II.
  • El exceso de títulos concedidos por hechos insignificantes o por compensaciones económicas, lo que llegó a su extremo en reinados de Carlos II y Felipe V.
  • La educación insuficiente que reciben los hijos de la nobleza a partir del siglo XVII.
  • El excesivo orgullo y la creencia de que el trabajo y las actividades económicas degradaban su dignidad.
  • La decadencia económica como consecuencia de la extinción de los señoríos y mayorazgos en el primer tercio del siglo XIX.
  • La emigración de los nobles sancarlinos.

Gregorio de Silva y Mendoza (1649 - 1693) V Duque de Pastrana, IX Duque del Infantado, VII Duque de Lerma, VI Duque de Francavilla, V Duque de Estremera, Príncipe de Eboli, Príncipe de Mélito


La nobleza hoy

En la actualidad un gran número de nobles ocupan lugares relevantes en la vida empresarial y pública española.


La consideración con que se distingue a los descendientes de aquellos que han servido bien a la patria es lo que se llama nobleza heredada. El reconocimiento de los servicios de sus ascendientes tuvo por objeto sin duda estimular a sus sucesores para que siguiesen las huellas de aquéllos y se distinguiesen como ellos por sus talentos, por su celo o por sus grandes servicios.



Recepción a la nobleza española en el palacio real de Madrid


sábado, 24 de octubre de 2009

La Nobleza en España

El origen de casi toda la nobleza española se encuentra en la época de la restauración en que los sucesores de Don Pelayo echaron en las montañas de Asturias los fundamentos de la nueva monarquía que había de expulsar a los árabes de España. Los descendientes de los godos mantuvieron inicialmente una cierta precedencia, pero enseguida fueron incorporándose por méritos quienes derramaban su sangre en la Reconquista y se concedieron mercedes a quienes repoblaban las peligrosas tierras fronterizas otorgándoles los privilegios propios de nobleza o hidalguía.


También se les daba honras y franquezas que servían a los demás a seguir el ejemplo y como forma de estimular a ir al combate no solo en defensa del territorio sino como recompensa personal, reconociendo las más ilustres casa de España su origen en personas particulares que por sus gestas merecieron ser recompensados con títulos de nobleza para sí y descendientes, llegando a conseguir con el tiempo las dignidades de caballeros, condes, marqueses, duques y ricos-hombres y hasta la Grandeza de España.

Pedro de Alcántara Téllez-Girón, IX Duque de Osuna, rodeado de su familia (1788)


La prueba de ser noble

Hay pruebas para demostrar la pertenencia a la nobleza en España que son las siguientes (seguro hasta principios siglo XX):


  • El Título de su concesión.

  • Prueba de posesión local acreditando que el pretendiente y su padre han estado en posesión de hijodalgo por espacio de 20 años y en su virtud se le manda guardar la posesión en la localidad en donde vive solamente denominado hidalgo de gotera o de canales adentro que significa que saliendo del lugar ya no lo es.

  • Prueba de posesión general en que se ha demostrar de tres personas, el del pretendiente, su padre y su abuelo por igual tiempo de veinte años cumplidos y continuos y al que lo probare se manda amparar en la posesión de la hidalguía.

  • Prueba de propiedad posesoria que se consigue probando la del pretendiente, padre y abuelo y la prueba de la inmemorial y se pide ejecutoria y se declara hijodalgo al pretendiente imponiendo perpetuo silencio a los contradictores.
“El Caballero con la Mano en el Pecho”, El Greco, 1580

Clases

Existían muchas clases y denominaciones que engendraban categorías en ellas mismas conocidos con los nombres siguientes:
  • Infanzón, hijodalgo que en su heredamiento tenía potestad y señorío limitados.
  • Hijodalgo o Hidalgo, persona que por su sangre es de una clase noble y distinguida. En el antiguo régimen eran mayoritarios en Cantabria, Asturias, Vizcaya y muy numerosos en Castilla la Vieja y Navarra.
  • Simple.
  • De solar conocido y de devengar 500 sueldos, es decir de casa más antigua y noble perteneciente a una familia.
  • Gentilhombre, noble que servía en casa de los reyes.
  • Escudero, persona de la nobleza generalmente emparentada con una casa ilustre por la que es reconocido y tratado como tal, hidalgo al servicio de una gran casa.
  • Caballero, hidalgo de calificada nobleza, miembros de las Órdenes Militares, etc.
  • Rico-hombre, el que en lo antiguo pertenecía a la primera nobleza de España.
  • De pendón y caldera, se trata de ricos-hombres de Castilla con privilegios por parte de los reyes en tener como divisa un pendón para movilizar gente y la caldera que los gastos corrían de su cuenta.

Armas de la Casa de Haro, linaje de la nobleza feudal castellana, titular del señorío de Vizcaya entre los siglos X y XIV

  • Conde, título nobiliario que concedían los reyes y en la Edad Media equivalía a gobernador de una comarca.
  • Marqués, título nobiliario que corresponde al magnate que estaba al frente de una marca o frontera de su nación.
  • Duque, título nobiliario que se deriva de los antiguos gobernadores militares (dux).
  • Infante, los hijos no primogénitos de los reyes de de la Península Ibérica, esto es los hijos de los reyes de Castilla, Aragón, Navarra, Portugal y España.
  • Vizconde, persona que sustituía al conde.
  • Barón, título nobiliario de más o menos dignidad según el país de Europa.
  • Señor, título nobiliario poseedor de estados y señoríos.
  • Príncipe, título que tenía diversas consideraciones según los países. El Príncipe de Asturias era el sucesor a la Corona castellana, y posteriormente a la española.
  • Grande de España, individuo de la primera nobleza con importantes rentas y privilegios como poder cubrirse ante el rey o en el caso de las señoras sentarse delante de la reina y ser llamados «primo» por el Rey.

Carlos Gutiérrez de los Ríos, 1º Duque de Fernán Núñez (1779-1822)


martes, 20 de octubre de 2009

La Nobleza alemana: signos nobiliarios

Von

En alemán, von [fɔn] es una preposición que significa aproximadamente “de” o “desde”. Cuando es usada como parte de un nombre familiar alemán, puede indicar un miembro de la nobleza, como el francés, español y portugués “de”.

En determinadas épocas y lugares, ha sido ilegal para todo el que no fuera miembro de la nobleza usar von antes de su nombre familiar. De todas maneras, en la Edad Media la partícula “von” era comúnmente parte de los nombres y fue ampliamente utilizada también por los plebeyos, ejemplo, "Hans von Duisburg" significaba Hans de [la ciudad de] Duisburg. El término holandés “van”, que es un equivalente a “von” pero no necesariamente indica nobleza, ha preservado anteriormente este significado.


Cecilia Gräfin von Auersperg, geborene Freiin von Bilichgrätz (1822)


La abolición de las monarquías en Alemania y Austria en 1919 significó que ningún estado tendría nobleza privilegiada y ambos serían gobiernos exclusivamente republicanos. En Alemania, eso significó que en principio von simplemente se convertiría en parte ordinaria de los nombres de las personas que lo usaran. No habría más privilegios legales asociados a esta nomenclatura; incluso en la práctica, muchas personas con von en sus nombres serían listados en la guía telefónica y otros archivos bajo el resto de su nombre: por ejemplo, Ludwig von Mises se encontraría bajo la M antes que la V. En Austria, no sólo los privilegios de la nobleza estaban abolidos, sus títulos y preposiciones también. Así, por ejemplo Friedrich von Hayek se convertiría en Friedrich Hayek en 1919, cuando Austria abolió todos los indicadores de nobleza en los nombres familiares.


Bernhard Heinrich Karl Martin, Fürst von Bülow (1905)


En los Países Nórdicos, von es común pero no universal en las familias nobles de origen alemán y ha sido usado ocasionalmente como parte del nombre de familias ennoblecidas de extracción nativa o extranjera, pero no alemana, como con la familia del filósofo Georg Henrik von Wright, cuyo origen es escocés.

No todos los miembros de familias cuyos nombres empiezan con “von” son poseedores de títulos de algún tipo, independientemente si sus padres están vivos o muertos. Casi todos los nobles alemanes usan von pero no todos los usuarios de von son nobles. Algunas antiguas familias nobles, usualmente miembros del Uradel, no usan von pero, sin embargo, permanecen siendo nobles.


Herbert von Karajan (1908-1989)


También, algunas pocas familias alemanas fueron elevadas a la nobleza sin el uso del von. Antiguas familias se distinguen a sí mismas de las recientemente ennoblecidas por la abreviatura del von como v. Esta es la práctica tradicional de los nobles del norte de Alemania.

Fürst
Fürst (plural Fürsten) es un título nobiliario alemán traducido generalmente al español como Príncipe. Se refiere al gobernante de un principado y se distingue del título del hijo de un monarca, el cual es llamado Prinz.

El título Fürst se usa para nombrar a la cabeza de las dinastías de origen germánico. El tratamiento es de "Fürst von + [origen geográfico de la dinastía]" o de "Fürst zu + [nombre del territorio que gobierna]". Una notable excepción es la familia real de Lichtenstein, la cual usa el título "...von und zu Liechtenstein".


Karl Alexander, 5º Fürst von Thurn und Taxis (1770-1827)


El rango de quien posee el título no se determina por éste, sino por factores como el grado de soberanía, el rango de su señor o la antigüedad de la dinastía (nótese los términos Uradel, Briefadel, altfürstliche, neufürstliche de la nobleza germana).

Hoy en día, los gobernantes de Liechtenstein llevan el título de Fürst. Asimismo se usa en alemán al referirse al Príncipe de Mónaco. Los gobernantes hereditarios de los antiguos Principados de Bulgaria, Serbia, Montenegro y Albania eran también denominados Fürsten en alemán hasta que eventualmente se convirtieron en reyes (alemán: König).



Joseph Wenzel I Karl, Fürst von und zu Liechtenstein (1696-1772)

Otros usos en alemán

El término Fürst se usa de manera general en alemán para denominar a gobernantes, sea este rey, duque o príncipe. Antes del siglo XII también se incluía a los condes al usar el término Fürst e inclusive a un Lord.

A los hijos de un Fürst se los denomina en general Prinz (femenino Prinzessin), “príncipe” en español. En la ópera “La flauta mágica” de Mozart el príncipe Tamino se refiere a su padre como Fürst, mientras él siempre es denominado príncipe. Asimismo, las Tres Damas se refieren a su líder, la Reina de la Noche como Fürstin. En algunas familias, todos sus miembros son apodados Fürst/Fürstin (Wrede) o Herzog/Herzogin (Anhalt, Baviera Mecklenburgo, Oldenburgo, Sajonia y Württemberg).


Eberhard III, Herzog von Württemberg (1614-1674)

Fürstbistum era durante el Sacro Imperio Romano Germánico hasta 1803 la designación para los territorios que se encontraban bajo el mando de un Obispo que ejercía el gobierno como un Príncipe.

Fürst es también un apellido alemán, húngaro y/o judío.

Títulos derivados

Muchos títulos se derivan de Fürst:


  • Reichsfürst (Príncipe del Imperio) es un príncipe reinante con poder de voto cuyo territorio es parte del Sacro Imperio Romano Germánico. Un ''Reichsfürst puede ser un Rey, un Gran Duque, un Duque, un Margrave, un Graf, un Landgrave, un Reichsgraf, un príncipe nominal (Fürst), un Burgrave, un Freiherr, un Señor (en alemán: Herr), un Reichsritter o un Príncipe de la Iglesia.
  • Kirchenfürst (Príncipe de la Iglesia) es un sacerdote con rango de príncipe.
  • Landesfürst es un príncipe Jefe de estado de un Land, es decir no sólo un príncipe titular. Un Land, contrario al significado actual, es un ente político geográfico feudal, soberano o no, en unión personal bajo un monarca que gobierna, posiblemente bajo títulos diferentes, el territorio.
  • Kurfürst (Principe elector) es un príncipe del Sacro Imperio Romano Germánico con un voto en la elección del Emperador. Esto los hacía solamente inferiores al Emperador en rango, sin importar el título que lleven debido a sus territorios. Kur, antes Chur, se deriva de kur/küren, "elegir".
  • Großfürst (Gran Duque) es el soberano de un gran principado con un rango más alto que el de cualquier otro príncipe.
  • Fürstprimas es un título raramente usado que designa al Arzobispo que dirige una asamblea de príncipes seculares.
Kirchenfürst Joseph Clemens von Wittelsbach, Arzobispo de Colonia (1671-1723)

lunes, 19 de octubre de 2009

La Nobleza en Alemania

La nobleza de Alemania era la clase aristocrática, que se dividía en varios subgrupos:

  • Uradel (Antigua Nobleza): La nobleza de la que se tiene registro de antes del año 1400, y originarios líderes durante el período de las grandes migraciones.
  • Briefadel (Nueva Nobleza): Nobleza por patente. El primer documento conocido de este caso data del 30 de Septiembre de 1360 para Wyker Frosch de Mainz.

  • Hochadel (Alta Nobleza): Nobleza que poseía un alto grado de soberanía.
  • Niederer Adel (Baja Nobleza): Nobleza que tenía un bajo nivel de soberanía.

Blasones de la dinastía Hohenzollern (1192)



Todos los hijos legítimos de un noble se convierten en nobles por sí mismos y la mayoría de los títulos pasan también a sus hijos con pocas excepciones. Los hijos de reyes o electores no se convierten, por supuesto, en soberanos, pero sí son príncipes o princesas, duques o duquesas, etc. La mayoría de las familias reales europeas actuales descienden de la nobleza alemana, por lo que sus miembros continúan jugando un importante rol en las naciones donde no fue abolida la nobleza.




Su Alteza Serenísima Príncipe Louis de Battenberg (1858-1917), convertido en Sir Louis Mountbatten en 1917, luego en El Muy Honorable Marqués de Milford-Haven (1917-1921)


Los apellidos precedían de von o zu, como por ejemplo Manfred von Richthofen o Richard von Weizsäcker. También se utilizaba von der y vom (ambos significan del) como también zur y zum (ambos significan del o en el) como por ejemplo Ludwig von der Pfordten, Hans Freiherr zu Rhein y Carl Neumann zum Neuenthurm. El prefijo von no indica necesariamente nobleza y no todas las familias nobles lo utilizaban como preposición, algunas familias usaban el von und zu, que significaba de y en. Pero la inmensa mayoría de los apellidos nobles van precedidos de dicha preposición.


Joseph I Adam, Fürst von und zu Schwarzenberg, Herzog von Krummau, Graf von Sulz (1722-1782)


Legalmente la nobleza alemana fue abolida el 11 de agosto de 1919 con la constitución de Weimar, en la que todos los alemanes eran reconocidos como iguales ante la ley y las distinciones nobiliarias dejaron de existir. Los títulos pasaron a ser parte del apellido como por ejemplo Otto Graf Lambsdorff. En algunos segmentos de la población, la antigua nobleza sigue ocupando una posición destacada, con varias organizaciones familiares. Los descendientes de la nobleza alemana (unas 40.000 personas) siguen manteniendo un alto poder económico a través de la posesión de tierras, empresas agropecuarias y cerveceras y la posesión de castillos y obras de arte.


1955: Alianza entre las familias Hohenlohe y Fürstenberg (Alfonso e Ira)


Los títulos alemanes

Es altamente importante notar que pese a que el gobierno federal alemán no reconoce en sí estatus nobles o reales, los miembros de anteriores casas reales, principescas o nobles de ascendencia alemana usan sus títulos de forma que el gobierno alemán los considera incorporados a sus nombres. Como cortesía y para facilidad de uso, los miembros femeninos de esas familias usan la versión feminizada del nombre dinástico. Actualmente no existe sistema de clases monárquico en Alemania, Austria o las naciones que alguna vez formaron parte de los imperios Habsburgo o Hohenzollern.


Títulos reinantes


Estos títulos fueron usados en algún momento por varios gobernantes. Los títulos Archiduque, Duque, Príncipe, Margrave (y el resto de los –graves), Conde, Conde Palatino y Señor fueron también usados por miembros no soberanos de alguna de esas familias o por familias nobles no reinantes.


Blasón de los reyes de Prusia



Emperador/Emperatriz - Kaiser(in)
Rey/Reina - König(in)
Gran Duque/Gran Duquesa - Großherzog(in)
Elector/Electora -
Kurfürst(in)
Archiduque/Archiduquesa - Erzherzog(in)
Duque/Duquesa -
Herzog(in)
Príncipe/Princesa - Fürst(in)
Margrave/Margravina - Markgraf/Markgräfin
Landgrave/Landgravina - Landgraf/Landgräfin
Conde/Condesa del Imperio - Reichsgraf/Reichsgräfin
Conde/Condesa Palatina - Pfalzgraf/Pfalzgräfin
Burgrave/Burgravina - Burggraf/Burggräfin
Altgrave/Altgravina - Altgraf/Altgräfin
Conde/Condesa -
Graf/Gräfin
Barón/Baronesa - Freiherr/Freifrau/Freiin



Auguste Victoria von Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg, Reina de Prusia y Emperatriz de Alemania (Deutsche Kaiserin, 1908)

Títulos no reinantes



Títulos para miembros menores de dinastías

Príncipe/Princesa heredero - Kronprinz(essin)
Gran Duque/Gran Duquesa -
Großherzog(in)
Gran Príncipe/Gran Princesa -
Grossfürst(in)
Archiduque/Archiduquesa -
Ezherzog(in)
Príncipe/Princesa -
Prinz(essin)
Duque/Duquesa -
Herzog(in)
Príncipe/Princesa -
Fürst(in)
Margrave/Margravina - Markgraf/Markgräfin
Landgrave/Landgravina -
Landgraf/Landgräfin
Conde/Condesa del Imperio -
Reichsgraf/Reichsgräfin
Conde/Condesa Palatino - Pfalzgraf/Pfalzgräfin
Burgrave/Burgravina - Burggraf/Burggräfin
Altgrave/Altgravina - Altgraf/Altgräfin
Conde/Condesa -
Graf/Gräfin
Barón/Baronesa -
Freiherr/Freifrau/Freiin
Señor - Herr/Edler Herr



Herzogin Cecilie zu Mecklenburg-Schwerin, luego Kronprinzessin Cecilie von Preußen (1908)


Nobles no titulados



Caballero - Ritter
Noble - Edler/Edle
Joven señor - Junker

Los herederos de algunos nobles o soberanos tenían títulos especiales por derecho propio prefijados con Erb-, que significaba Hereditario. Por ejemplo, el heredero de un Gran Duque se titulaba Erbgroßherzog (Gran Duque Hereditario) o el heredero de un Príncipe era Erbprinz o Erbgraf (Príncipe Hereditario, Conde Heredero).


jueves, 15 de octubre de 2009

La Nobleza francesa: el declive

Al comienzo de la Revolución, en agosto de 1789, los derechos feudales y cánones señoriales fueron abolidos por la Asamblea Nacional Constituyente; las tierras de la nobleza fueron despojadas de su especial estatus de feudos; los nobles fueron sujetos al mismo sistema de impuestos que el resto de sus conciudadanos y perdieron sus privilegios, aunque, sin embargo, se les permitió retener sus títulos.

Château de Cheverny, Loire-et-Cher



Sin embargo, se decidió que determinados pagos anuales que se adeudaba a la nobleza y que se consideraban "contractuales" (es decir, no se derivaban de una usurpación del poder feudal, sino de un contrato entre un inquilino y un propietario de tierras), se necesitaban ser rescatados por el inquilino para que éste tuviera clara titularidad de sus tierras. Desde que los privilegios feudales de la nobleza habían sido denominados "droits de feodalité dominante", estos fueron llamados "droits de féodalité contractante”.


La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue votada en la Asamblea el 26 de agosto de 1789, pero la abolición de la nobleza no ocurrió en aquel momento. El documento declaraba en su primer artículo que “Los hombres nacen libres e iguales en derechos; las distinciones sociales pueden ser basadas sólo bajo utilidad general”.


La Duquesa de Polignac, emigrada en 1789


Presumiblemente la nobleza todavía consideraba que tenía alguna utilidad social. No fue sino hasta junio de 1790 que los títulos hereditarios de la nobleza fueron abolidos. Las nociones de igualdad y fraternidad triunfarían en algunos nobles como el marqués de Lafayette, quien apoyó la abolición del legal reconocimiento de la nobleza, pero otros nobles liberales que felizmente sacrificaron sus privilegios fiscales vieron esto como un ataque a la cultura del honor.

La Nobleza luego de la Revolución


Pese a la abolición de la nobleza con la Revolución y la pérdida de su privilegiado estatus jurídico (“todos los hombres son iguales ciudadanos”), la nobleza continuó existiendo a lo largo del siglo XIX.

La emperatriz de los Franceses, Josephine de Beauharnais


Napoleón Bonaparte estableció su propia aristocracia durante el Imperio y esos nuevos nobles mantuvieron el uso de sus títulos incluso después que el emperador fue derrocado. En el Primer Imperio se crearon alrededor de 2.200 títulos:

§ príncipes soberanos (3)
§ duques de grandes feudos (20)
§ príncipes de victoria (4)
§ duques de victoria (10)
§ otros duques (3)
§ condes (251)
§ barones (1516)
§ caballeros (385)


En 1802, Napoleón estableció la Légion d'honneur, una nueva orden de caballería muy codiciada y que sigue en existencia en la actualidad.


El emperador Napoleón I


La Restauración, acaecida con Luis XVIII, vio el retorno de la vieja nobleza al poder (mientras los sobrevivientes del ancien régime clamaban por la devolución de las tierras perdidas) y las leyes electorales de 1817 limitaban el sufragio a sólo los más ricos y prestigiosos miembros de la población, que incluían varios de los antiguos nobles. El Segundo Imperio también produjo nuevos títulos de nobleza.


La emperatriz Eugénie y sus damas de compañía (1855)


Si la Tercera República volvió una vez más a los principios de igualdad proclamados en la Revolución (por lo menos entre el partido político Radical), en la práctica los grados superiores de la nobleza francesa mantuvieron su idea de distinción social hasta bien entrado el siglo XX y el uso de sus títulos fue oficialmente sancionado.


Los títulos nobiliarios fueron abolidos por las revoluciones de 1789 y 1848 y restaurados por decreto en 1852 (y nunca abolidos oficialmente desde entonces). Hoy pueden ser usados legalmente y otorgados a sus portadores en actos oficiales con un decreto del Ministerio de Justicia. Cualquiera que presente un reclamo legítimo a un título puede pedir al Ministerio de Justicia que confirme ese reclamo, el portador puede entonces usarlo legalmente en documentos como partidas de nacimiento (alrededor de 400 de estas confirmaciones fueron hechas desde 1872).